
El Valencia CF comienza una temporada ilusionante, una nueva etapa donde la inestabilidad institucional parece haber llegado a su fin tras el nefasto ciclón 'Dalport SA-Soriano'. Retomado el mando de la entidad ché, el equipo se ha reforzado con 4 caras nuevas, un portero, dos laterales y un central, pero además se han quedado jugadores interesantes como Éver Banega, Zigic, David Navarro, Jordi Alba y Miku, que regresaron de sus cesiones. Sumado ello a la permanencia de las estrellas Villa, Silva y Mata, hacen que el bloque haya mejorado respecto a la temporada anterior. A la vez que el canterano Míchel parece que tendrá mayor cuota de protagonismo conforme vaya pasando el tiempo, el sustituto natural de Silva.
Portería: si ya contábamos con un portero de garantías como es César -que sorprendió a todos con su gran nivel demostrado la pasada temporada, a pesar de su edad- la llegada de Moyà aumenta más la competitividad y nivel de la meta valencianista. El mallorquín es un seguro bajo palos, ágil, con muy buenas condiciones físicas y reflejos, llega con 25 años, edad perfecta en la que aúna experiencia, juventud y hambre de títulos, con la ambición de recibir la llamada de la selección algún día, sabiendo que si es titular y destaca en un club como el Valencia, aumentan sus posibilidades. Por otro lado, César -que ayer cumplió 38 años- se erigió como titular indiscutible desde el minuto 1 de su llegada, transmitiendo sosiego y confianza a una necesitada defensa, el cancerbero pasó a no ser tema de debate, se esfumó repentinamente esa duda, un fichaje acertadísimo -y a coste cero-. Esta pretemporada se han ido turnando sistemáticamente la titularidad, pero una vez llegado el momento de la verdad, Emery ha dado a Moyà el rol protagonista. Gran batalla sana en la portería ché.
Defensa: La rápida salida de Albiol al Madrid dejó trastocado el eje de la zaga de una defensa que ya hizo aguas en diversas fases la temporada anterior. Para más inri, el técnico de Hondarribia prefiere colocar a Marchena de mediocentro -puesto natural del sevillano hace años-, con lo que serán Dealbert -central procedente de 2ª, del Castellón-, D. Navarro -en Mallorca ha madurado y mejorado tácticamente- o el holandés Maduro -que sigue sin convencer en ese puesto- el que acompañe a Alexis, relevo natural de Albiol. El malagueño deberá subir un peldaño en su carrera, dar un salto de autoridad y enfundarse los galones para comandar la defensa del equipo, necesitado de alguien que mande y se imponga atrás. Todo lo contrario ocurre en las alas, donde han aterrizado 2 laterales de gran recorrido, físicamente potentes y ofensivos. Bruno y Mathieu están llamados a ser los carrileros titulares que demanda Unai para su esquema -deben prodigarse en ataque-, si bien aún queda un Miguel muy entonado en este principio de temporada, que no bajará los brazos y luchará por seguir siendo el '2'. Sobre Del Horno -que aún sigue lesionado- no tengo la más mínima esperanza de que sea pieza importante, está hecho arena y es prácticamente un estorbo, no ha salido este verano precisamente por su lesión en el tendón de Aquiles y debido a su prohibitiva ficha anual, siendo uno de los que más cobra.
Centro del campo: el inesperado regreso del argentino Éver Banega -recordemos sus declaraciones en Junio que no volvería al Valencia bajo ningún concepto-, provocó un debate sobre su calidad y su permanencia en la plantilla, pero el internacional sub-21 se puso el mono de trabajo este verano y ha conseguido convencer a entrenador, dirigentes y lo más difícil, afición, a base de esfuerzo, implicación, compromiso y, como no, actuaciones brillantes en la zona ancha del campo. A sus 21 años recién cumplidos ha tomado la batuta del juego, ha impuesto su estilo de juego, donde poco a poco se va sintiendo más cómodo y suelto, con detalles de auténtico jugón, siendo el mejor en la distribución del balón, repartiendo con criterio, organizando con cabeza -aunque le queda la asignatura pendiente de imprimir velocidad a sus pases, debido al pausado estilo sudamericano-, sin abandonar tareas defensivas y de apoyo a los compañeros y llegando al área rival, donde surte balones al cuarteto ofensivo del equipo y se atreve con un disparo aceptable. Como relevo tenemos al 'Pipo' Baraja, un jugador que aún rindiendo sólo 60 minutos, sigue siendo importante para esta plantilla, la poca gasolina que le queda la emplea en dotar al juego de sensatez y gallardía. Luego tenemos el perfil puramente defensivo, el llamado stopper, cuyas misiones son destruir el juego del contrario, cortar pases, recuperar balones y apoyar a la defensa, que son Marchena -relegando al banquillo y adquiriendo el brazalete de Albelda-, titular para Unai en la demarcación de mediocentro defensivo, y Albelda, que esta temporada se postula como suplente, debido a que el sevillano está mejor físicamente -requisito imprescindible para ese puesto-, tiene mejor toque de balón, sabe oxigenar a la defensa bajando a recibir y es capaz de mover al equipo cuando es conveniente, resumiendo, ofrece más. Por último nos queda el portugués Manuel Fernandes, al que considero más un todocampista, un todoterreno, capaz de adaptarse a cualquier faceta, debido a su gran potencial físico. Corta, defiende, corre, lucha, es puro músculo, a la vez que sabe tocarla -algunas veces de manera alocada y errónea- y tiene mucha proyección ofensiva, con un gran disparo. Hay 5 jugadores para 2 puestos que ofrecen mucha versatilidad táctica, las alternativas son varias según con quien nos enfrentemos, y eso es digno de destacar.
Resumiendo, creo que se ha mejorado la plantilla claramente, con refuerzos de importancia para el equipo, aunque el bloque siga siendo casi el mismo. Se dispone de 2 jugadores por puesto -en algunos hasta 3-, gente joven y no tan joven con ansia de títulos y ambición por ser alguien, esa frescura se notará en cada partido, la rivalidad por entrar en el once y el pique sano por un puesto es lo que debía recuperar el Valencia, y este año, si nada se tuerce -y con los pagos al día- parece que va por buen camino. A la vez que Emery ha dado síntomas de haber cambiado un poco el chip, de jugársela sentando a vacas sagradas, de apostar por los que mejor estén, de introducir savia nueva en el equipo, de reaccionar a tiempo y de exigir a los futbolistas lo máximo. El entrenador sabe lo que quiere, los jugadores se conocen bien y esta temporada ya no valen excusas. Los objetivos son un poco ambiguos, depende de muchas circunstancias, pero a priori debe estar luchando en Liga por puestos Champions, aspirar a ganar la Europa League y llegar lejos en Copa del Rey. Luego todo puede salir mal o llevarnos alguna sorpresa.
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