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miércoles, 19 de noviembre de 2014

Tengo unas preguntas para usted



Yendo por delante que suscribe un aficionado que asume y acepta totalmente la elección del que se convertirá en el nuevo máximo accionista del Valencia CF, a uno le rondan dudas conforme se desvelan cosas antes de la firma definitiva:

La noche del 28 de enero, Aurelio Martínez espetó en una de esas ruedas de prensa sin preguntas: “Luego se hará una Junta General Extraordinaria para informar de todos los detalles a los valencianistas”, palabras que tomaron cuerpo el 24 de febrero, día en el que la Fundación VCF emitió un comunicado a través de su web oficial anunciando el acuerdo firmado por las cuatro partes involucradas que fijaba las bases definitivas del proceso de venta, el cual rezaba en una de sus fases: “3. Fase de elección de la mejor oferta: una vez elegido por el Patronato de la Fundació VCF el mejor proyecto deportivo, social y económico para todas las partes y previa solicitud de autorización al Protectorado de Fundaciones para la venta, se comunicará y detallará en Junta General de Accionistas del Valencia Club de Fútbol, S.A.D.”, ratificado esto en dicho comunicado en el punto 10 de las Características del Proceso: “Posteriormente, se presentará a la Junta General de Accionistas del Valencia CF, S.A.D. y se presentará para su aprobación ante el Protectorado de la Consellería de Justicia”.
Anteayer, en la rueda de prensa a la finalización del último consejo de la Fundación, Aurelio terminó de aclarar, porque el río ya bajaba caudaloso, que en la Junta del próximo lunes 1 de diciembre no expondrá ningún detalle del contrato de compraventa de las acciones entre la Fundación VCF y Meriton Holdings, por expresa petición de esta última, amén que se producirá la firma por la mañana y a partir de ese momento los ejecutores de la venta del club cesarán en sus cargos.
1. ¿Por qué anunció públicamente, dejándolo por escrito, que se iba a explicar en Junta a sabiendas de existir la posibilidad que no se cumpliera?

Aurelio, abanderado de la transparencia y responsabilidad con el aficionado valencianista, a las puertas de lo que será un hecho histórico en un club que trasciende la frontera de una mera SAD, teniendo la opción -puesto que aún no se ha firmado- de hacer entender a Meriton de la importancia y necesidad de informar al valencianismo de la transacción,
2. ¿Lo intentaría, como único órgano garante que nos queda, hasta el final, o pisoteamos esa bandera claudicando una vez más por ser, dicho en corrillo a periodistas, la única opción real, dejando entreabierta la ventana oscurantista?

Asimismo, en referida comparecencia Aurelio afirmó, referente a los términos acordados de refinanciación de la deuda que afectan al VCF: “No tengo ni idea, pero ni idea, nunca lo han cedido (el acuerdo Meriton-Bankia), como es normal en los contratos bilaterales en los que se pide una cierta confidencialidad. Es sorprendente, pero es curioso, porque suele ser así, ¿Qué curioso, verdad?”
3. Aurelio dijo que no dimitía de la Fundación y se quedaba para velar por el cumplimiento de los archiconocidos criterios de valoración. Si sabía, como persona versada, reputada y experimentada en esta materia, que no iba a tener poder de decisión en la negociación que afectaba directamente a los intereses futuros y compromisos adquiridos del VCF, ¿Dónde queda ese compromiso moral de la máxima accionista?

miércoles, 29 de octubre de 2014

#LodeHoy Peter Fin


24 de octubre de 2014, fecha marcada en naranja en el calendario che, suceso que ha pasado a los anales de la historia del Valencia CF: la firma de la victoria. Y de la derrota.

El triunfo ante los que se retiraron a tiempo, los que pretendían descuartizarlo con dolo, los que se rindieron por el camino, el del maletín poco fiduciario, el que no puso toda la carne en el asador, el estafador con una corte que le allanó el camino, y el mesías que nunca tomó tierra. Y el fracaso al traspasar un club histórico a alguien que jamás ha sentido lo mismo que tú y que yo, abocados por ineptos gestores, intrusión política y dejación de la burguesía del terreno a la oportunidad que paseó por sus morros. Ya no vale patalear ni malquistar arbitrariamente al personal. Ya está demodé.

Acabó la pesadilla de un proceso de pacotilla, despertamos mojados ante un escenario diferente, novedoso, emborrachados por la ilusión del niño que avista el envoltorio de un regalo inesperado, la esperanza de un futuro mejor para una entidad manoseada, sin abandonar la incertidumbre de lo desconocido que está por llegar. Peter puso fin. Y para nosotros, el saque de honor en el partido del esperado renacer.

jueves, 2 de octubre de 2014

#LodeHoy Cesión con opción de venta obligatoria


Tras la tormenta (me enojo y me piro), llega la calma (me siento a negociar de nuevo). 13 días de receso en los que los negociadores han dejado que el cultivo prospere, es decir, que sus aparatos propagandísticos no cejen en el sandio cuerpo a cuerpo de echarse la culpa los unos a los otros. Cansinos, ambos.

Caldeado el ambiente, concentración anti Bankia mediante, los simbiontes destinados a entenderse vuelven a sentarse en la mesa 5 para el torneo final: Yo, Meriton, puedo comprometerme y me comprometo a ceder en estos dos puntos de divergencia (los cuales, por cierto y al parecer, sí estaban acordados y firmados en la term-sheet de marras. Una tontería, pero en fin, parafraseando a Aurelio) y tú, Bankia, puedes comprometerte y debes comprometerte a ceder en los otros dos leoninos puntos injeridos y cumplir lo acordado el pasado 6 de junio, aceptando la reestructuración de la deuda en tales condiciones. Ergo, consumar la venta del Valencia CF de una puñetera vez.

Del baile de noticias publicadas en los medios, cada uno desde su línea editorial, sobre la nueva visita a la capital de los hombres de negro de Lim, se extrae que vienen decididamente a llevarse el género, esta vez sí, ofertando una propuesta de cesión con opción de venta obligatoria, irrechazable para la entidad bancaria. Se agotaron ya las excusas infantiloides y las estratagemas de bajos fondos, aquel anuncio bañado de aleluyas debe formalizarse con la responsabilidad hacia un tercero al que poco se ha tenido en cuenta en estos diez penosos meses. No hagan del epílogo un prólogo aún más ufano.

viernes, 19 de septiembre de 2014

#LodeHoy Furia de titanes


Y tras la bomba Negredo, la bomba de la venta. Again. El pasado 14 de agosto pasamos página del tortuoso proceso, ya era ese libro leído y releído que calzaba la mesa imperfecta. Pero cuando más felices nos las prometíamos, nuevo zarpazo que interrumpe el leitmotiv futbolero del sufrido valencianista, poniendo 11.000 kilómetros de por medio entre los negociantes. Otro punto y aparte, otro envite más de la partida, otra agitación del avispero social.

La entidad bancaria ha encomendado vestir y vender unas exigencias -no sé si existentes o sacadas de la chistera- de apócrifa defensa del club. Cierto es que ojeando los manidos criterios de valoración de Fundación y Valencia CF, casan con los hitos de algunos de los puntos en discordia, que a la postre van en beneficio de la sostenibilidad de la entidad. Irrefutable. Pero recordemos que el 6 de junio, comunicado oficial mediante, Bankia dio luz verde al plan de reestructuración de la deuda, así como al plan de negocio consistente y creíble por parte de Meriton Holdings. Ahora, al parecer, no se lo cree y pretende entreverar en dicho plan aprobado una serie de férreos requerimientos -unos lógicos desde la barrera no contaminada y otros de acción interventora desmedida- para amarrar más aún si cabe sus intereses, legítimos, que no son otros que cobrar lo debido.

Y enfrente, en una atmósfera adusta, un tiburón de los negocios y operaciones internacionales, que no se arruga un milímetro y seguirá apretando lo máximo posible para estrangular las condiciones que desde su prisma entiende que son impositivas y no favorecen el quehacer de su empresa. Y así andan, de intercambio de golpes financieros hasta el final round. No creo que peligre, a estas alturas de la película, lo que está destinado a una transacción entre simbiontes. Bankia quiere -y necesita- vender, y Meriton comprar. Solo es otro capítulo más del terrorífico serial. Y la casa sin barrer.

jueves, 6 de marzo de 2014

¿Y si la oferta esa que dicen…



  • enjugase las gravosas deudas y dejase al club sin losa alguna?
  • se apartara completamente del pasado casposo (Llorente & Co)?
  • viniese decidido a terminar el nuevo templo en su diseño original (no el low cost)
  • hubiera cocinado, a fuego lento y en un tiempo prudencial, un proyecto global titánico abrigado por un grupo de grandes profesionales?
  • fuese aparejada a caras valencianas valencianistas de reputado prestigio?
  • tuviera ya previsto invertir una ingente morterada de euros en reforzar la plantilla con el firme propósito de estar de nuevo en el candelero europeo?
  • no focalizase su apuesta deportiva únicamente en traer uno o dos jugadores de tirón megamediático, sino además en escalonar de modo congruente la apremiante insuflación de calidad, primando la confección primorosa de un bloque equilibrado y competitivo a primer nivel?
  • reservara a la cantera un rol protagonista, no de segunda fila, con un plan integral de acondicionamiento para que cumpla con su cometido connatural?
  • hubiese discurrido alternativas para seguir favoreciendo la sociabilización y el buen trato al aficionado?
  • no se apartara de las señas de identidad valencianistas gracias al equipo de trabajo local, con avalado arraigo sentimental?
  • pretendiese potenciar el club en todos sus estratos con carácter globalizante como recurso para reportar beneficios internos de autosuficiencia a medio plazo?
  • valorara parcialmente el ideario e hitos a medio camino de la actual directiva respecto a la marca VCF y prosiguiera su dinámica?
  • no contemplase a la entidad solo como una coyuntura ganancial sino además como un desiderátum personal?
  • incluyera en su hoja de ruta ciertas estrategias urbanísticas en la ciudad, y por ende, no se tratara de un bluf ocasional?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Actitud programada y canonización de la inconstancia, súmmum de este Valencia






Para los conformistas, para los cobardes, para los acomodaticios, para los resignados, para los exangües, para los sumisos, para los condescendientes, para todos aquellos que aplauden y rinden pleitesía – o aguantan estoicamente- ante un equipo ducho en aniquilar y exasperar la ilusión de la afición, capaz de dejarte un domingo noche con dispepsia ante tal ejercicio de desazón, galbana y falta de compromiso y entrega de los jugadores en el terreno de juego, deficiencias cuasi perennes del periplo de Unai, para todos ellos hoy seré oportunista, sí, oportunismo incubado y alimentado semana tras semana por la triste realidad que nos transmite el actual Valencia, el aspirante a campeón de los mediocres.

Se hace difícil lograr entender que la -fascinante para algunos- tercera plaza en Liga sea motivo suficiente para colmar las expectativas de un valencianista, que ante los numerosos desplantes y esperpentos acumulados -esos que van restando cada porción de confianza y ensueño inherentes al sentimiento hacia este club-, sigan obstinados en defender a capa y espada un estilo sin nombre ni apellidos, un desfalco al valencianismo en toda regla, una tomadura de pelo al respetable ché con semejantes herejías en rueda de prensa, desempolvando el repertorio de excusas y demagogia usurera, parapetándose en el objetivo puro y duro –un tercer puesto que crece y se revaloriza conforme se suman más y más decepciones-, el cual se convierte en salvoconducto para ocultar las miserias de este decepcionante Valencia.

Vergonzoso escaparate el que muestran los jugadores sobre el terreno de juego, apretando el acelerador cuando les conviene o apetece, que cuentan con la incomprensible anuencia del míster, lo que da lugar a una “actitud a la carta”, un auténtico lujo –timo- en los tiempos que corren, indicio de insurrección al de Hondarribia o clamorosa falta de ética y honor a los colores que representan. Esta intolerable práctica se traduce en antitéticos picos de juego, tensión, concentración, ambición, derroche y conducta que terminan por desesperar e impacientar al aficionado más optimista, tolerante y remoto que existe, que no halla justificación alguna en su raciocinio.

Llegados a este punto, con el Villarreal apretando las clavijas, volvemos a un final de temporada nebuloso y tirante, convirtiéndose en un suplicio y contando las horas para que esto acabe con la máxima premura, puesto que algunos ya han activado el modo fuera de cobertura. Llorente maneja los tiempos a su antojo, pero la patata caliente que tiene entre manos podría pasarle factura, estamos en un efervescente momento en el que cada día más y más valencianistas acaban por dirimir sus dudas y se posicionan a favor del cambio, del borrón y cuenta nueva, del soplo de aire fresco, del… basta ya!

viernes, 15 de abril de 2011

Manita al vecino, debate anodino




Nunca es tarde si la dicha es buena… pensarán los pro Emeristas y los que finalmente han caído rendidos a unos notables guarismos obtenidos por el equipo.

El jaranero derbi ante el Villarreal, que finalmente consiguió divertir y convencer al respetable ché en Mestalla como nunca antes esta temporada, ha servido de trampolín para contrarrestar la dubitación y recelo de gran parte de la afición respecto a la manida renovación de Unai Emery. Reiterativo, espinoso y controvertido debate en la capital del Turia, que, una vez casi embastado el tercer puesto liguero –principal y tácito objetivo de la directiva-, se convierte en tema de candente actualidad y copa prácticamente todo el interés de la masa social valencianista hasta que se oficialice su continuidad o no.

Uno se queda atónito de la veleidosa fluctuación del aficionado de a pie con que nos encontramos semana tras semana, oscilantes opiniones que van cogidas de la mano del último resultado, tan tendenciosas como veletas, dato extrapolable a la débil conexión que existe en el diversificado valencianismo actual, cuyo ulterior responsable es la máxima autoridad del VCF. Sorprende que haya aficionados que pasan por alto la aséptica política elegida por Manuel Llorente para llevar a cabo la renovación del director de orquesta del club que preside –gestiona, mejor dicho-, donde las cifras y objetivos se convierten en el único y taxativo baremo a valuar para decidir, siendo infiel a sí mismo –si no tuviera dudas, Unai estaría renovado hace tiempo, sin necesidad de aguantar hasta la certificación de la meta fijada-  y dando la impresión, al menos para algunos, de verse en un punto sin retorno y atado de pies y manos, donde la decisión de no prolongar el contrato del de Hondarribia le reportaría ingentes críticas y comprometiendo su posición, actualmente intocable a día de hoy. Consecuencias de su propia manera de actuar…

Lo vivido estos casi 3 años de era Emérica no pueden borrarse de un plumazo, quedar en el olvido, fuera, en el tintero, no, la ardua tarea de determinar la sonada disyuntiva no debe obnubilarse y dejarse llevar por la euforia –perecedera- del momento como cualquier forofo, hemos sido testigos de muchas decepciones, sinsentidos y deficiencias repetidas y sin corregir, un amplio sector representativo de la afición ha clamado un cambio de rumbo, exigiendo algo más, argumentada esta demanda en la faceta de sensaciones, falta de personalidad y la pérdida de identidad del equipo con la que se debería sentir identificado todo seguidor, carencias todas ellas que han ido desvirtuando y machacando a una afición que perdona, pero no olvida. El “gestor” parece obviar estos aspectos –aunque interiormente le afecten- y podría haberse infectado por la arrolladora inercia resultadista, aderezado por la primera aparición pública de un consejero del club -Fernando Giner- que se ha posicionado abiertamente a favor de ofrecerle la renovación a Emery, nuevamente cimentada en objetivos logrados.

Cuesta horrores ir contracorriente, la pesada losa de los números suele imponerse en estos casos, es como la lógica axiomática que abate cualquier argumentación alternativa -cualquier aficionado al fútbol no valencianista difícilmente entendería que se pida un cambio de entrenador-, aún así seguimos convencidos de la finalización del ‘ciclo Unai’ en el Valencia por lo visto antes y ahora, no se trata de exigir un mejor puesto en Liga y títulos –estando como están Madrid y Barcelona es casi una utopía-, sino de renovar el proyecto, un soplo de aire fresco, otro estilo de juego, otra manera de afrontar los partidos, subir un peldaño en cuanto a ambición y competitividad, y todo ello con el verdadero propósito de aunar impetuosamente al valencianismo y renovar ilusiones por doquier.

Jamás podría imaginarme que una victoria tan abultada, dulce y esperada tendría tanta repercusión y calase en tanta gente, estamos en la antesala de la continuidad del míster vasco, y aunque suene frívolo, diría que hasta los jugadores han actuado en connivencia con Unai, malpensados somos…


lunes, 21 de marzo de 2011

Estrella Damm apoya al Valencia CF con Pepe Ribes como anfitrión

Os presentamos el vídeo promocional de la nueva campaña del patrocinador oficial del VCF, Estrella Damm, que ha elegido al regatista valenciano Pepe Ribes como protagonista de la misma.




El navegante se declara valencianista de pura cepa, muestra de ello ha sigo el gesto de llevarse la bufanda ché a la 'Barcelona World Race', vuelta al mundo de vela, a bordo del Estrella Damm, para darle fuerzas en tan sufrida aventura surcando los mares de todos los océanos. A pesar de las 15.000 millas de distancia, el simple hecho de enfundarse la bufanda del Valencia CF le hace sentirse cerca de los suyos y, como un valencianista más, apoyar a su equipo.

En esta nueva entrega, Estrella Damm demuestra su sincero y férreo compromiso con el Valencia Club de Fútbol, llevando a cabo una emotiva, sorprendente y magnífica campaña que hará las delicias de toda la afición ché.

Un 10 para Estrella Damm, sin duda uno de los patrocinadores del Valencia CF más fiel, comprometido e identificado con los valores del valencianismo. Esperamos que lo disfrutéis.

Estrella Damm y Pepe Ribes, gracias y AMUNT!


martes, 15 de marzo de 2011

Catarsis o depresión





En una noche aspérrima y mustia, uno reflexiona sobre la nefasta semana que cerró el Valencia el pasado sábado en La Romareda, con repaso, goleada e imagen bochornosa en la mochila. Pasada la ventisca de ácidas críticas y clamores al cielo –justificados y con razón todos ellos, tras el hondo dolor ocasionado en la parroquia ché-, analizando y profundizando en este Valencia, queda al descubierto que el nivel de competitividad real ha bajado enteros, cuando la suerte no llama a la puerta y/o el árbitro no te concede regalos es cuando afloran las miserias del equipo, sobrevalorado por la mediocridad de esta Liga, las caretas se caen por sí solas.

A nadie se le escapa que la sangrante eliminación de Champions, ante un Schalke inferior cualitativamente –pero con mayor oficio y acierto-, podría conllevar un traspié en la competición casera, la extensión del batacazo europeo, es hasta entendible, pero la manera de caer humillados ante un Zaragoza en horas bajas dista mucho de lo esperado por un octavofinalista de la mejor competición europea y el mejor clasificado de la “otra liga”, es inadmisible el arrastre, deriva y apatía del que fuimos testigos en tierras mañas, así no.

La irritable valuación de Unai la dejaremos para otra ocasión  –fue un espejismo el etéreo cambio de estos últimos días-, hay que hacer hincapié en la falta de actitud y espíritu por parte de los jugadores, es el problema que encabeza este desaguisado, la principal tara, es un hecho axiomático a la vista de todos. Es inexcusable la carencia de amor propio y sacrificio por el escudo que portan en sus camisetas, ni siquiera el varapalo de Alemania les confiere salvoconducto para permitirse tal descuido. El Valencia lo defino como una máquina destruyesueños, que poco a poco va devorando la ilusión de cada valencianista en los momentos clave, un inexorable rodillo que apisona toda euforia viviente.

Llegados a este punto, la gravosa losa adquirida debe ser tratada para minimizarla cuanto antes, deben soltar lastre anímico para no caer en una minicrisis, por ende, en estado depresivo, es aconsejable una profunda introspección para tomar aire, retomar el rumbo y afianzar el único objetivo que permanece intacto y, a la postre, verdadera meta de una conformista directiva, que se aferra al manido argumento de la frágil situación económica que atraviesa el club, pero que no convence a un amplio sector del valencianismo.

Al mal tiempo, buena cara, y a los problemas, soluciones, el cuerpo técnico y la plantilla debe afrontar estos 2 meses y medio que restan de campeonato con auténtica hambre y orgullo, como prueba de fidelidad y compromiso al club que representan y les paga, sin obviar la deuda con una afición desencantada e insatisfecha. Creo que hay ingredientes y herramientas suficientes para ello, ni antes éramos tan buenos ni ahora unos mantas, sin dramatizar la realidad es que, con nuestras limitaciones, se puede concluir una temporada aceptable para el VCF, aunque sin eliminar de nuestra memoria las numerosas carencias que hemos ido grabando en nuestra retina, que a final de temporada se convertirán en férreas exigencias.

Reacción o decepción...

martes, 22 de febrero de 2011

Identidad oculta, personalidad fútil y juego ecléctico





El de Hondarribia tuvo bemoles de afirmar en rueda de prensa, tras el triste empate a 0 ante el Sporting, que el Valencia tiene definido su juego y que la identidad del equipo es la que le ha llevado a estar terceros en liga con 48 puntos.

El pasado sábado la parroquia ché fue testigo del peor partido de su equipo en lo que va de temporada, un soporífero, anodino, y aburrido encuentro que provocó bostezos a diestro y siniestro, un indignante espectáculo que invitaba a sestear más que a disfrutar de semejante tostonazo infumable.

El Valencia se topó con una tenaz y eficaz muralla rojiblanca, fue incapaz de crear ocasiones de gol durante 80 minutos, con un juego apático y nada atractivo, sin criterio a la hora de mover la pelota, un popurrí de imprecisas ideas que se traduce en algo intangible, que termina por desesperar a los aficionados. El camuflaje resultadista está haciendo su trabajo a la perfección, pero una vez que los resultados no acompañen –algo de esperar tarde o temprano- saldrán a flote las carencias, taras y mediocridad de este Valencia, que si bien está completando una temporada fabulosa en cuanto a números, las positivas estadísticas son inversamente proporcionales al juego desplegado, opinión que comparte una gran mayoría de valencianistas.

Unai, agobiado por tanta crítica, empieza a justificarse –porque las excusas y argumentos se acaban- anteponiendo los resultados y echando mano de los guarismos cosechados por el equipo para salir del brete, sorprendiendo a todos aseverando que el equipo tiene identidad y un juego definido, algo chocarrero y que dista de lo que se ve en el campo partido tras partido. Si tan seguro está de ello, vano trabajo el que ha realizado en estos 2 años y medio, ya que precisamente es lo que se demanda, esa falta de identidad propia, que lo caracterice, cuya personalidad fútil puede ser el reflejo de un entrenador timorato y sin carisma. Si el camino se tuerce en las próximas semanas -en pocos días habrá rivales complicados- será mucho más laborioso reconducirlo teniendo como base esta impersonal manera de jugar, es lo que se atisba y se teme.

Entrando en materia, el vasco ha utilizado 4 sistemas diferentes en 3 partidos, claro síntoma del inconstante método y estilo táctico, siendo infiel a su propia filosofía, enredándose a sí mismo. Un mediocampo con Topal y Tino Costa –nueva Emerada, retrasando a un centrocampista llegador y metiéndolo con calzador en el doble pivote- es sinónimo de quite y brega, pero nula canalización del balón, lo que te lleva a transiciones y juego directo, declinando la oferta de sentido y toque para otro día.

Míster que vino a Valencia con la vitola de estudioso del fútbol y maestro de la estrategia, que pontificaba sobre tácticas de fútbol, con un expediente corto pero llamativo, afable y con muy buenas intenciones, pero que, tras cumplir 100 partidos como entrenador del Valencia CF, se ha convertido en una caricatura de lo que fue e incapaz de convencer a la afición –la directiva también tiene dudas-, cuyo posiblemente único sustento y pilar sea seguir en puestos privilegiados de la liga y vivo en Champions, por lo que a tenor de lo que ocurra de aquí a final de temporada, se irá concretando o no la idea de buscarle recambio el próximo verano.

El fútbol es diversión y emoción –además de sufrimiento-, sentimientos que al público de Mestalla le han sido despojados, el pueblo ché no se identifica con su equipo, no lo reconoce, no le convence, y no hay visos de cambio a corto plazo, ya que el hombre de la batuta continúa encallado en su sempiterna búsqueda por una naturalidad que no llega.

No, señor Emery, para muchos este Valencia no plasma ninguna identidad, su personalidad es insustancial y el juego, por denominarlo así, deja mucho que desear. Exigentes nos apodan...

jueves, 10 de febrero de 2011

Controversia en Mestalla





A pesar de los evidentes buenos resultados que está cosechando el Valencia, permanece el rum rum en la grada, nacen debates sobre las tácticas utilizadas por Emery y crecen las críticas y dudas respecto al juego que despliega el equipo.

Cuartos en Liga -a un paso de la tangible tercera plaza-, en los albores de disputar unos apasionantes y ansiados cuartos de Champions y con una plantilla bastante interesante, que ha sabido sobreponerse a las mediáticas salidas de Villa y Silva. A priori, ingredientes suficientes para tener al respetable ché contento, satisfecho y sin levantar polvareda.

Pero la afición valencianista -no toda, pero sí un amplio sector representativo- no las tiene todas consigo, es así, especial y particular como pocas, exigente hasta el final y no da tregua bajo ningún concepto. El aficionado, testigo de la mutación hacia un juego carente de personalidad y brillantez, lo sabe y así lo expresa, a pesar de la buena racha de su equipo, cuyo subterfugio resultadista mantiene vivo -que no intocable- el proyecto de Unai.

La grada de Mestalla clama, solicita, exige abiertamente un cambio de rumbo en la dinámica de sus jugadores sobre el césped, hastiada de un juego ramplón, antiestético, poco llamativo y agradable al ojo. Son muchos los minutos acumulados donde un fútbol fulgente se echa en falta, únicamente ciertas pinceladas de los que poseen más calidad y el acierto de los de arriba son la válvula de escape de este Valencia, tan impersonal como eficiente, tan desapasionado como hábil.

Para muchos, son las sensaciones que transmite el equipo las que generan cierto recelo sobre su potencial real, que siempre da la de arena y su peor cara ante rivales de peso, las estadísticas en enfrentamientos con equipos punteros son de auténtica pena, fiel reflejo del bajo nivel competitivo. Se está a la espera de ese punto de inflexión que conlleve un giro de 180 grados en cuanto a estilo futbolístico, que vuelva a conquistar a un graderío anheloso de buen fútbol y que la comunión afición-equipo resurja como antaño.

El ronroneo entre valencianistas respecto a la heterodoxa manera de ganar se respira, se siente, es una realidad que se palpa en el ambiente. El club se ha hecho eco y por ello ha lanzado un sensacionalista -y genial- vídeo para el duelo ante el Schalke, que toque la fibra, capte adeptos e invoque a todos para terminar de abarrotar el Camp de Mestalla, en sintonía con el equipo en tan trascendental cita europea -la más importante en lo que va de temporada-. Aplaudo dicha iniciativa, aunque no dudo del compromiso de la afición en estas noches mágicas, donde el sentimiento ché aflora casi por inercia. Esperaremos expectantes...

lunes, 24 de enero de 2011

Unai, tenemos un problema




Palos con gusto no duelen, pero cuidado.

El árbol (resultados) que tapa el bosque (severas deficiencias en defensa y mediocampo) es lo que está salvando a Emery estas últimas jornadas, con goles en las postrimerías del partido y saliendo, además, claramente beneficiado de las decisiones arbitrales.

Nuevo -y sufrido y polémico- triunfo del Valencia en Mestalla, tres puntos más que aseguran seguir la estela del vecino castellonense y afianzarse en puestos Champions, el objetivo primordial del club -y de "nuestra liga"-.

Hasta aquí todo bien, pero no es recomendable ser acomodaticio y conformista y quedarse con el resultadismo puro, hay que dar un paso más, reflexionar, analizar en profundidad y desmenuzar los serios problemas que arrastra el equipo, vicios pasados gestados en la era Emery, una cargante rémora que dificulta el buen hacer de este equipo, que frena el potencial de esta plantilla.

Desde hace mucho tiempo el Valencia ha perdido su seña de identidad, carente de personalidad propia, el aficionado de a pie no relaciona a su equipo con un juego definido, estable, reconocible, no se exige que practique un juego excelso como el actual Barça –que, por cierto, nadie consigue alcanzar-, sino que se determine un estilo que caracterice al equipo, no el vaivén de ideas que se plasman en distintos partidos sobre el césped, el batiburrillo y mezcolanza de conceptos futbolísticos que solo hacen intervenir negativamente en la búsqueda de esa armonía futbolística, de la que adolece este Valencia y echa en falta el respetable ché. Las inexplicables e injustificables pájaras y faltas de concentración, ambición y amor propio de los jugadores por el escudo que portan en sus pechos, a lo largo del partido, es otro de los síntomas eméricos, la falta de carácter del míster -persona timorata y testigo presencial de varias sublevaciones en el vestuario y banquillo- tiene consecuencias en aquéllos, es causa directa de esos sorprendentes decaimientos.

La defensa, tras innumerables variantes y pruebas, sigue siendo permisiva y apocada, las líneas no guardan la distancia de seguridad –los carrileros están haciendo mucho daño, dejando verdaderas autopistas a merced del rival-, no está conjuntada y en sintonía con el centro del campo, se parte con suma fragilidad. Reminiscencias pasadas de aquellas defensas aguerridas, poderosas, auténticos muros casi inexpugnables, vienen a la cabeza, era uno de nuestros puntos fuertes y principales armas, nos conocían –y nos temían- por eso. Cuesta recordar en esta nueva etapa un cuarteto defensivo que realmente nos haya dejado satisfechos, se están cometiendo errores garrafales difíciles de digerir y no acordes a la categoría del VCF, uno tras otro, se repiten de manera sistemática en casi todos los encuentros. Y lo peor, son equívocos subsanables, de los que se corrigen en los entrenos, pero en los que vuelven a incidir semana tras semana. Eso es lo que molesta.

En mediocampo más de lo mismo, salvo que la mejor versión del argentino Banega –que esta temporada ha vuelto a diluirse- coja la batuta y se ponga a dar su particular recital de pases, dando criterio y sentido a la pelota, no hay nadie en la plantilla que sepa organizar el juego, se cae en el infumable juego ramplón de hace unos años –tras el declive de la fantástica e inolvidable pareja de baile Albelda-Baraja-. Personalmente me incomoda sobremanera seguir viendo a Albelda arrastrándose por el campo, cuyo físico ya no acompaña y solamente le sirve para acoplarse a los centrales, retrasando su posición y generando un vacío en la zona ancha del campo. La alternativa natural, Mehmet Topal, es la esperanza de muchos valencianistas en jubilar al de la Pobla Llarga y convertirse en el necesario stopper del equipo. Otro fallo, a mi entender, es la desacertada decisión –nueva emerada- de poner al argentino de Las Flores –Tino Costa- en la demarcación de distribuidor/conductor del juego, cuando es sabido por todos que es un centrocampista ofensivo, llegador, que manifiesta toda su capacidad cuando juega respaldado y escoltado por dos pivotes mediocampistas, liberándolo de estrictas tareas defensivas –aunque también trabaja lo suyo- y concediéndole esos metros de libertad para conexionar con los compañeros atacantes, haciendo uso de su principal herramienta, el potente disparo a media distancia. El esencial problema es la ausencia de Silva, ese jugador que sepa pensar y elegir la mejor opción de pase en los últimos metros, que haga fácil la consecución de jugadas de peligro y canalice de modo eficaz la posesión ofensiva del balón, por tanto, que imprima clarividencia en línea de tres cuartos. La privación de esta vital pieza convierte inexorablemente la propuesta en juego directo y vertical, lo que muchas veces acarrea pérdidas de posesión y, ante equipos potentes, graves desbarajustes tácticos que conllevan a los nada estéticos correcalles.

Si uno ojea la clasificación, estos pequeños matices no le importan demasiado, no se para a evaluarlos -¿Para qué?-, él ve a su equipo ahí arriba y está cómodo, le vale. Otros somos más contestatarios y así lo expresamos, sin tapujos ni paños calientes, porque no nos consideramos resultadistas, sino románticos del balompié.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Optimización de recursos








Victoria en El Molinón y liderato en solitario. Lo más destacable del 0-2 en Gijón fue la manera de hacerlo, con un control pasmoso de la situación y de los tiempos del partido.

Ya no es casualidad el estar en posiciones privilegiadas y que los todopoderosos Barça y Madrid nos vean por el retrovisor, hay un cambio de identidad en el equipo y de aprovechamiento de los recursos, sin olvidar que la suerte va de cara en este inicio de temporada.

Haya dado o no Unai en la tecla, la realidad le está dando la razón, está huyendo del uso limitado de 13-14 jugadores y, hasta el momento, el plantel está cumpliendo con creces. Las rotaciones siguen un orden más coherente y racional, existe competencia real en todos los puestos, se entrevé un ambiente positivo y respirable en el vestuario y hay comunión afición-equipo. Son asignaturas pendientes de pasadas temporadas que parecen -aún queda un largo trecho por delante- estar rectificándose y puliéndose, peticiones que reclamamos al final de la campaña 2009/10 una vez que el técnico vasco fue renovado. Jugadores como Maduro se han encontrado a sí mismos, ofrecen un rendimiento nunca visto -yo particularmente siempre he manifestado que de central no vale-, han superado sus miedos y circunstancias adversas y se sienten uno más, con ganas de hacerse un hueco y tener protagonismo, algo impensable sólo hace unos meses.

Con todo ello, hay que seguir siendo humildes y tener los pies en el suelo, los cimientos parecen haberse colocado con acierto, solidez y congruencia, y eso ya es medio camino para lograr los objetivos marcados. Sacar el máximo provecho posible de los bienes a tu alcance es el culmen del trabajo de todo entrenador, a su vez la exigencia de cualquier afición y la meta de la directiva que lo contrata. El Valencia está en la dirección correcta...

lunes, 16 de agosto de 2010

Lista definitiva de dorsales 2010/11

A falta de que se cierre oficialmente el mercado de fichajes veraniego, estos son los dorsales elegidos por los jugadores del Valencia para la temporada que está a punto de empezar:


1. César

2. Bruno

3. Maduro

4. D. Navarro

5. M. Topal

6. Albelda

7. Joaquín

8. Domínguez

9. Soldado

10. Mata

11. Aduriz

12. Feghouli

13. Guaita

14. Vicente

15. Dealbert

16.

17. Stankevicius

18. M. Fernandes

19. Pablo H.

20. R. Costa

21. Éver

22. Mathieu

23. Miguel

24. Tino Costa

25. Moyà

28. Jordi Alba

lunes, 9 de agosto de 2010

Revés inglés




Gris pretemporada la que está realizando el Valencia, ante rivales de entidad y mejor preparados, eso sí.

Unai tiene trabajo, mucho trabajo por delante para soldar las grandes fisuras que parten al equipo, conexionar a los nuevos fichajes y personalizar el estilo de juego -ya que el dibujo táctico es un vaivén incontrolable que está tomando un cariz preocupante- para esta temporada que en breve empezará a rodar.

En pretemporada, período estival de preparación física y probaturas, no se pueden sacar conclusiones finales ni tampoco justificar los malos resultados y sensaciones que transmite el equipo. El encaje de bolillos que tiene por delante el técnico vasco va a contrarreloj, ya que, sumando la pobre imagen de estos últimos partidos -donde la falta de gol es evidente y alarmante-, se une que en tres semanas ya habrá 3 puntos en liza sin estar definida y cuajada la idea -que no juego, es muy pronto- de este nuevo Valencia.

Las incorporaciones con cuentagotas de los últimos internacionales, las lesiones y problemas físicos de última hora y la nueva concepción futbolística que quiere implantar el de Hondarribia están entorpeciendo y retardando la preparación del proyecto 2010/11. Aún así, se puede desmenuzar que Moyà continúa errando -camino libre para el renacido César-, la defensa concediendo regalos a los rivales, un centro del campo que se está conociendo -muy verde- y en ataque la pólvora está mojada, aunque hay material de calidad para generar ocasiones de gol. Los canteranos apretan por hacerse un hueco en el primer equipo -Isco el más destacado por el momento- y se espera a los Chori Domínguez, Mata -de lo mejorcito ante el City-, Feghouli y Aduriz, ya que Soldado, Pablo y Joaquín están cumpliendo medianamente bien.

Mi primera evaluación es que pese a que Emery afronta ya su tercer año y las bases de la plantilla actual no distan tanto de la anterior, se sigue buscando una seña de identidad para el equipo, la cual identifique el aficionado ché sin pestañear, sin vacilar, y en esta odisea es donde se hace aguas.

No obstante, queda un largo recorrido para enderezar esto y ver el verdadero potencial del nuevo Valencia, que las dudas que tenemos se vayan desvaneciendo poco a poco es lo que espera una afición un tanto quemada con el inquieto panorama del VCF.

domingo, 18 de julio de 2010

Overbooking veraniego






Ya lo ha afirmado Manuel Llorente, "no habrá más fichajes". En este momento hay excedente en la plantilla, un tópico que se repite cada estío, trabas para encontrar salida a acomodados, descartes y sobrantes en algunas posiciones, jugadores que saben de primera mano que no cuentan para el entrenador y otros cuya situación contractual les coloca el cartel de transferibles.

Se han ido Baraja, Zigic, Villa y Silva, más los cedidos Renan y Míchel, ha habido 6 incorporaciones (Feghouli, R. Costa, Topal, Soldado, Tino Costa y Aduriz), regresando los cedidos (Guaita, Ximo Navarro, Lombán, Jaume Costa, Del Horno, Montoro, Sunny, Hugo Viana, Nacho González y Aarón Ñíguez -alguno me dejaré-), sumando a los canteranos Isco y Alcácer que harán la pretemporada, por lo que la nómina de futbolistas alcanza límites preocupantes. Muchos de ellos (X. Navarro, Lombán, J. Costa y Montoro) van al filial de cabeza -deberán buscarse una salida cuanto antes si no quieren jugar en tercera-, pero aún así se supera la treintena, otro escollo para la estrenada secretaría técnica, obligada a trabajar a destajo para soltar lastre y terminar de confeccionar la plantilla definitiva de 25 más los canteranos con ficha del filial -coyuntura para valorar la labor del nuevo, Braulio-.

Marchena, futuro en el aire. La oferta del Villarreal de 2 M€ ha sido declinada por el presidente. Ha declarado que se cierra el capítulo de salidas de jugadores con los que se cuenta -Emery lo quiere-. En un principio el Valencia está, por interés económico, obligado a valorarla, ya que hace unos meses tomó la decisión de no renovarle y cumple contrato el 30 de junio de 2011, quedando libre para negociar su futuro a partir del próximo 1 de enero, por lo que se marcharía sin dejar un euro. La oferta amarilla, lejana a la tasación que hizo el club del sevillano (3,5 M€), y el interés del entrenador vasco por no traspasarlo, ha sido el detonante para el cambio radical en este asunto, pero opino que simplemente es una maniobra para presionar y que aumenten la propuesta. Una oferta próxima a los 3 'kilos' y Marchena cogerá inexorablemente el billete de ida hacia Castellón...

Fernandes es objetivo del Sporting de Lisboa, ha solicitado su cesión para la próxima temporada, pero no puede asumir las pretensiones del Valencia (300.000 € y hacerse cargo íntegramente de su ficha), queriendo renegociar dichas condiciones para abaratar su llegada. Manuel no ha terminado de cuajar -a pesar de que muchos le seguimos viendo unas condiciones/cualidades suficientes para triunfar-, ha quemado su etapa en este club y sus constantes affaires con otros equipos pesan mucho para la afición, que ya no le pasan una. A la vez se han fichado 2 centrocampistas por una sola baja -Baraja-, así que blanco y en botella...

Del Horno es caso aparte, el milloneti de Paterna, el jugador que más cobra -junto a Albelda- de la actual plantilla, cuyos disparatados emolumentos -fichaje hecho desde el ingenio- están inversamente relacionados con su rendimiento y profesionalidad en este club. Me rindo a pensar que algún día veamos traspasado a uno de los mayores fiascos de estos últimos años en el VCF -todavía le quedan 2 añitos de jubileo al muchacho-, así que asumo con resignación que seguirá vistiendo la elástica ché, porque ningún club en su sano juicio apostará por él con semejante expediente de lesiones y astronómico sueldo.

Miguel ya hace tiempo que literalmente sobra de este vestuario, reúne capítulos negativos más que suficientes para haberle dado puerta, pero entre que no llega la deseada oferta formal y que se quiere hacer caja con el díscolo lateral luso, permanece otra temporada más sin comerlo ni beberlo.

Vicente, del que ya dije en su momento "El hombre-lesión, el sempiterno jugador aquejado de molestias, el que pasó de mejor extremo zurdo de Europa a cliente fijo del fisio. Uno de mis últimos ídolos valencianistas, una gozada de extremo, de los de antes y que ya no se ven en la actualidad, indiscutible en la banda izquierda, un temor para los defensas rivales. Pero es historia, si somos realistas, el de Benicalap ya no es ni será el de antaño, por mucho que intente recuperarse y vuelva a tener buena forma, sus tobillos le pasarán factura antes o después, y él lo sabe, que es lo peor. Se presenta la duda de si buscarle salida a un aclamado de la afición (ahora ya no tanto) o aguantarlo por si ocurre el milagro, creo que el tiempo se le agota y corre en su contra, las oportunidades no son perennes para nadie, y la paciencia del club tampoco". Teniendo a Mata -que se erige como nueva estrella y buque insignia del equipo- y a Jordi Alba -relevo generacional de aquél- se hace difícil no pensar en finiquitar su estancia en el Valencia, realmente esa posición está cubierta. Pero su final de temporada no estuvo mal, el corazón y la cabeza (sentimiento-racionalidad) se enfrentan en una enrevesada controversia que nos confunde, que no nos deja emitir un juicio libre, se quede o se vaya, persistiría la duda.

Sunny, H. Viana y Nacho G. regresan sin expectativa alguna, no han convencido a Unai el tiempo que estuvieron aquí ni han terminado de explotar en sus respectivas cesiones. Sería injusto no mencionar la gran campaña del centrocampista ofensivo luso en el Sporting de Braga -equipo revelación de la Liga Sagres al quedar subcampeón-, finaliza contrato en 2011 y ya el Sporting de Lisboa -club donde debutó en 2001- ha desechado su fichaje por no acceder a rebajarse 400.000€ de su ficha -en el Valencia cobra 1,4 M€-, así que un quiste más a la vista.

Canteranos > una vez que se le ha comunicado a Isco, Aarón y Alcácer que harán la pretemporada con el primer equipo y que tendrán su oportunidad, el resto pasará al ostracismo que Emery ha demostrado con la cantera -y más esta temporada que el filial jugará en tercera-, no es muy halagüeño el futuro de los chavales, a los que se les presenta un panorama complicado para encontrar nuevo refugio fuera de casa. ¿Qué será de Joel y Lillo?

Del ex capitán cuesta hablar, el de la Pobla Llarga está inmunizado de tal manera que perforar el escudo labrado por sus amigos los palmeros resulta misión casi imposible, el hermitismo ahoga las críticas que desde estos superfluos lares emitimos. Sólo decir que la manera de actuar con otros capitanes apesta en relación con la del denunciante, recuerdo que finaliza contrato en 2011, así que expectante espero la decisión de las cabezas pensantes con un tío a punto de cumplir 34 tacos y cuyo físico ha bajado enteros, muy lejos de su mejor nivel. El sueldazo que percibe es insultante e inconcebible, más en la supuesta (como bien ha explicado Drakul en esta nota de su blog) recesión económica que asola la entidad ché, pero sigue intocable...

No puedo dejar en el tintero la contradicción del de Hondarribia (Emery style) en querer a toda costa 3 porteros en el primer equipo, cuando precisamente es partidario y defensor de plantillas cortas, frenando en seco la progresión de Guaita -el cual ha evolucionado y crecido en el Recre- ya que, a priori, parte como tercer guardameta. Son decisiones difíciles de entender y compartir, otra incongruencia más del 'estratega'.

Estamos a 18 de julio, la máquina de podar debe ponerse en marcha ya.

miércoles, 30 de junio de 2010

Nueva equipación oficial KAPPA 2010/11

Una vez presentadas oficialmente las indumentarias del VCF para la temporada 2010/11, se confirman los bocetos filtrados en esta nota hace más de 2 meses.































NOTA PUBLICADA EL 04/05/10

Si no hay cambios de última hora, estos bocetos serán las 3 nuevas camisetas para la próxima temporada 2010/11.









· La primera camiseta sufre pequeñas modificaciones, como un incremento del color negro en todo el cuello -que también cambia-, en ambos costados, 2 líneas nuevas que unen la zona axilar con el cuello y en la terminación de la camiseta.
· La segunda recupera el vistoso y deseado naranja -tras 2 años de ausencia-, sustituyendo al negro y manteniendo el exitoso murciélago de la temporada anterior, aunque del mismo color en distinta tonalidad y no formado por nombres de jugadores históricos del VCF.
· La tercera incorpora el olvidado azul -desde la 2005/06-, aunque como última alternativa a las dos primeras elásticas, y presenta como novedad una franja transversal doble de color amarillo y rojo en el pecho.

En las tres indumentarias, el símbolo de Kappa es bastante más grande que la temporada 2009/10 y el color de los pantalones en la 2ª y 3ª equipación será blanco.

jueves, 22 de abril de 2010

Llorente, muchos lo tenemos claro



El enésimo debate sobre el entrenador del Valencia alcanza su grado máximo de intensidad esta temporada, a la par que el propio Manuel Llorente tiene más dudas que nunca sobre la renovación de Emery.

A los diversos sondeos planteados por varios medios de peso, la respuesta de gran parte de la afición valencianista ha dado como resultado que da la espalda al de Hondarribia (algunos ya dicen HondaBirria) de manera clara, ya no confían en sus métodos y la imagen y resultados del equipo a domicilio hablan por sí solos.

Mi opinión al respecto es que NO lo renovaría, siempre lo he defendido y le di el beneficio de la duda el pasado verano, pero esta temporada se han repetido vicios pasados y la dinámica del equipo no es la más apropiada. Mis motivos:

  • Llegó con la vitola de estudioso del fútbol, maestro de la estrategia y la táctica y amante del fútbol vistoso (cosa que demostró en el Lorca y en el Almería, que conste), pero aún estoy esperando esos dotes por los que fue fichado, porque en casi 2 años han brillado por su ausencia.
  • El club le queda grande, el vestuario ha ido dejando pequeñas perlas en forma de eufemismo en su contra, ciertos jugadores se le rebelan, otros han pasado al más oscuro ostracismo y la directiva duda más que nunca de su capacidad real para afrontar una competición como la Champions League, viendo el trabajo realizado con esta plantilla a lo largo de su contrato. 
  • Vale que muy probablemente consiga el objetivo prioritario del presidente (quedar 3º en Liga), pero debemos profundizar y no quedarnos en el resultadismo aséptico, porque renovar a alguien únicamente por números/estadísticas, sin estar plenamente convencido de ello, es ponerse una venda y poner en riesgo el proyecto de futuro del equipo (te expones a que en diciembre tengas que echarlo y poner a alguien en su lugar sin preparar ni conocer la plantilla). Si la plana mayor del club tuviera confianza plena, Unai hace muchas semanas que hubiese estampado su firma.
  •  Si entramos en imagen, sobran las palabras; gritos, ademanes nerviosos, palmadas sistemáticas y explicaciones un tanto extrañas en sala de prensa (este punto se puede anular, ya que es demasiado subjetivo).
  •  El rendimiento de los recursos del plantel ha estado por debajo, a mi modo de ver, de lo esperado. Utiliza unos 14 jugadores regularmente (ahora no, pero obligatoriamente por los numerosos lesionados y sancionados), el baile de cambios es debate semana tras semana (algo anormal), apenas cuenta con la cantera y el estado emocional de los jugadores es posiblemente su asignatura pendiente, porque el nivel de motivación, concentración y compromiso ha bajado enteros, a veces parece un equipo no profesional, con lo que se juegan.
  •  Por último, no hay comunión afición-míster, Emery no ha calado en una exigente afición (todo hay que decirlo), hay muchas dudas sobre su capacidad para un club de este nivel, cuya exigencia es máxima en cada partido y gran parte de los valencianistas no se sienten identificados con él, lo que implica un problema a la larga.

Tras exponerlos, decir que Unai no me parece mal entrenador (siempre lo he dicho), pero ha llegado un momento en el que su ciclo parece haber acabado aquí, oportunidades ha tenido, sin llegar a convencernos a muchos, y no creo que esté preparado para dirigir al VCF, al menos en este momento de su carrera. El equipo necesita este verano un cambio de aires para afrontar nuevos retos, nuevas exigencias, y comenzar un proyecto nuevo más ambicioso y sin lastres ni vicios pasados. Si lo renuevan, no entraré en cólera, pero creo que podría ser un error.


¿Tú lo tienes claro?