La resaca del partido de anoche deja una sensación más agria que dulce, se cumplieron de nuevo las pésimas estadísticas ante rivales de primer nivel -engordando así Unai sus criticables pero reales guarismos frente a los grandes- y nos volvimos a casa con las manos vacías y la espina de poder haber rascado algo en el Camp Nou.
Comenzó la previa con un sorprendente once por nuestra parte -ellos el de gala, sin titubeos-, con Mata en el banquillo, un movimiento de enroque que, aunque no salió mal, es difícil de entender -los llamados "ataques de entrenador", pero ellos son los profesionales titulados- y Banega desubicado en la mediapunta -hace casi un año dejé constancia de mi desaprobación en esta nota-. Pues con todas estas rarezas, el Valencia cuajó una primera mitad plausible y digna de reconocimiento, Emery daba con la tecla, su planteamiento -cuestionado unos minutos antes por muchos aficionados- le daba la razón, fuimos testigos de cómo anulamos su capacidad creativa, asfixiando esos metros que necesitan las batutas culés -Xavi e Iniesta, precisamente los protagonistas del partido tras el descanso- para hacer daño, con mayor posesión del esférico, desesperándolos y llevando más carga ofensiva.
Así llegó el primer gol, robo de un balón en el centro del campo, un par de combinaciones sencillas -pero de libro-, gran cabalgada de Mathieu y perfecta asistencia para que Pablo subiera el 0-1 al marcador. 3 minutos después, nueva pelota recuperada, subida por banda derecha, un par de pases que dejaron a Pablo solo ante Valdés para que pudiese marcar el segundo gol ché, pero esta vez, cuando más clara era la ocasión, el extremo internacional se nubló y la tiró al muñeco. En este momento murió la versión buena del Valencia.
Empezó el segundo tiempo con un Barça que dio un giro de 180º, los cambios tácticos de Pep le comieron la tostada al de Hondarribia y el equipo blaugrana puso la máquina en marcha e inició un avasallamiento continuo para culminar la remontada -que a la postre pudieron ser más, gracias al salvador César-. El punto de inflexión fue el temprano golazo de Iniesta, lo que causó la versión 'B', el otro Valencia -que viró de manera inexplicable e injustificable- dejó detalles de las 2 últimas temporadas, de decaimiento moral y físico, la gasolina entró en reserva antes de lo previsto, sin intensidad ni concentración, y con estas premisas y teniendo enfrente lo que teníamos, era fácil de imaginar cómo acabaría la cosa. En ningún momento de estos 45 minutos dimos sensación de poder empatar, Unai se enfundó la 'L' a la espalda y nos dio otro recital de cambios erróneos, no supo leer el encuentro y contrarrestar el vendaval barcelonista. Para mí, y para muchos -por lo que he leído y oído-, Albelda debió salir del campo y dejar paso a Topal, reubicar a Banega en su posición natural -y ayudando en tareas defensivas, que sabe-, o si no dando entrada a Tino Costa, que tampoco hubiese asegurado no perder o ganar, pero se hubiera visto otro final de partido y, quien sabe, quizá las opciones habrían aumentado.
Decir que si la dichosa pelotita -ulterior juez en el fútbol- entra y nos hubiéramos ido con dos goles de renta al descanso, lo mismo estaríamos hablando de otra cosa y en otra dirección, pero no ha sido así. La realidad es que se van de Barcelona con 0 puntos, cediendo el liderato y desaprovechando una gran ocasión de dar un puñetazo encima de la mesa. Toca reflexionar y ajustar muchas deficiencias... no queda otra.
8 comentarios:
Imagínate si haciendo las cosas en plan loco tuvieron al Barça contra las cuerdas, ¿qué no hubiesen podido hacer de haber actuado de forma racional y con coherencia?
A Guardiola no le entran los susodichos ataques de entrenador y eso que tiene el mismo carnet que Unai
Unai vuelve a suspender, si. Una pena porque hace muchas cosas bien, pero cuando más fácil parece que lo tiene la caga.
Es decir seguro que preguntando a los aficionados hubieran adivinado mejor los cambios que él Y esto no es la primera vez que pasa por desgracia.
Unas cuantas horas después aún me pregunto e intento averiguar el motivo por el que Unai no vio lo mismo que vimos todos...
El más mínimo error, aunque sea contra el peor Barça, se paga...
Ya no es que hayamos perdido el liderato, es que mañana podemos ser cuartos, y de ahí al bajón de autoestima y vuelta a la dura realidad. Espero que este palo se puede reconducir cuanto antes y no perdamos la estela de los de arriba, pero mucho me temo que va a ser ya imposible recuperar el liderato, que queramos o no es una gozada y un estímulo muy grande para la temporada.
@vyc
Sin rarezas, el Valencia pudo sacar un mejor resultado, pero ya no se puede hacer nada, solo reflexionar.
Y Pep si tiene ataques de entrenador, pero le salen bien...xD
@Frodo
Es la misma cantinela de siempre con Unai.
@CheDigital
Tendrá Unai un transtorno de personalidad que le hace ver las cosas desde otro prisma? Yo también sigo preguntándomelo Toni, pero no me sorprendió, que es donde veo el problema.
@Lobo
Exacto, no es perder el simple liderato, que gusta y motiva, sino que no somos capaces de ganar a los rivales fuertes, y así es misión imposible lograr éxitos y títulos, nos quedamos a medias...
Si hubiese entrado la pelota nos habrían metido 3
Buen imagen sin recompensa
Sigue siendo la asignatura pendiente de Unay, ganar en el campo de un grande.
Se equivocó en la segunda parte. Saludos.
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