domingo, 17 de octubre de 2010

[BAR 2-1 VAL] Fifty-fifty, pero ganó el de siempre




La resaca del partido de anoche deja una sensación más agria que dulce, se cumplieron de nuevo las pésimas estadísticas ante rivales de primer nivel -engordando así Unai sus criticables pero reales guarismos frente a los grandes- y nos volvimos a casa con las manos vacías y la espina de poder haber rascado algo en el Camp Nou.

Comenzó la previa con un sorprendente once por nuestra parte -ellos el de gala, sin titubeos-, con Mata en el banquillo, un movimiento de enroque que, aunque no salió mal, es difícil de entender -los llamados "ataques de entrenador", pero ellos son los profesionales titulados- y Banega desubicado en la mediapunta -hace casi un año dejé constancia de mi desaprobación en esta nota-. Pues con todas estas rarezas, el Valencia cuajó una primera mitad plausible y digna de reconocimiento, Emery daba con la tecla, su planteamiento -cuestionado unos minutos antes por muchos aficionados- le daba la razón, fuimos testigos de cómo anulamos su capacidad creativa, asfixiando esos metros que necesitan las batutas culés -Xavi e Iniesta, precisamente los protagonistas del partido tras el descanso- para hacer daño, con mayor posesión del esférico, desesperándolos y llevando más carga ofensiva.

Así llegó el primer gol, robo de un balón en el centro del campo, un par de combinaciones sencillas -pero de libro-, gran cabalgada de Mathieu y perfecta asistencia para que Pablo subiera el 0-1 al marcador. 3 minutos después, nueva pelota recuperada, subida por banda derecha, un par de pases que dejaron a Pablo solo ante Valdés para que pudiese marcar el segundo gol ché, pero esta vez, cuando más clara era la ocasión, el extremo internacional se nubló y la tiró al muñeco. En este momento murió la versión buena del Valencia.

Empezó el segundo tiempo con un Barça que dio un giro de 180º, los cambios tácticos de Pep le comieron la tostada al de Hondarribia y el equipo blaugrana puso la máquina en marcha e inició un avasallamiento continuo para culminar la remontada -que a la postre pudieron ser más, gracias al salvador César-. El punto de inflexión fue el temprano golazo de Iniesta, lo que causó la versión 'B', el otro Valencia -que viró de manera inexplicable e injustificable- dejó detalles de las 2 últimas temporadas, de decaimiento moral y físico, la gasolina entró en reserva antes de lo previsto, sin intensidad ni concentración, y con estas premisas y teniendo enfrente lo que teníamos, era fácil de imaginar cómo acabaría la cosa. En ningún momento de estos 45 minutos dimos sensación de poder empatar, Unai se enfundó la 'L' a la espalda y nos dio otro recital de cambios erróneos, no supo leer el encuentro y contrarrestar el vendaval barcelonista. Para mí, y para muchos -por lo que he leído y oído-, Albelda debió salir del campo y dejar paso a Topal, reubicar a Banega en su posición natural -y ayudando en tareas defensivas, que sabe-, o si no dando entrada a Tino Costa, que tampoco hubiese asegurado no perder o ganar, pero se hubiera visto otro final de partido y, quien sabe, quizá las opciones habrían aumentado.

Decir que si la dichosa pelotita -ulterior juez en el fútbol- entra y nos hubiéramos ido con dos goles de renta al descanso, lo mismo estaríamos hablando de otra cosa y en otra dirección, pero no ha sido así. La realidad es que se van de Barcelona con 0 puntos, cediendo el liderato y desaprovechando una gran ocasión de dar un puñetazo encima de la mesa. Toca reflexionar y ajustar muchas deficiencias... no queda otra.

jueves, 14 de octubre de 2010

Serio test en el Camp Nou





20:00 horas, Camp Nou, duelo ante el vigente campeón de Liga viajando a Barcelona como líderes en solitario. Varias manifestaciones de jugadores y directivos del club retando al equipo que mejor maneja la pelota de todo el actual panorama futbolístico -pese a atravesar un momento delicado de resultados y juego-, transmiten sensación de seguridad y fortaleza a una afición ávida de logros mayores, como ganar al todopoderoso Barça.

El sábado llega otra prueba de fuego, tercer rival de primera fila al que nos enfrentamos esta temporada -empate ante el Atlético y derrota ante el Manchester, ambos en nuestro feudo-, las espadas en alto para defender un liderato que está escociendo y levantando ampollas en terreno ajeno, un equipo hipermotivado por la dulce situación que está viviendo y que empieza a creer en sí mismo, en las posibilidades de una plantilla mejor confeccionada, que sigue una línea de trabajo definida y todos los integrantes medidos con el mismo rasero.

Momentos dispares en los que llegan Barcelona y Valencia al partidazo de la jornada, por un lado los culés arrastran problemas en casa, Pedro lesionado y Villa y Xavi llegarán tocados, enfrente un Valencia que no contará con los lesionados Miguel y Joaquín, pero que se siente cómodo a domicilio, se libera de sus miedos y juega sin complejos, presionando vehementemente desde el minuto 1 e intentando ahogar el juego del contrario. Bajo mi punto de vista, esa es la estrategia que Emery debería plantear en el Camp Nou, salir a morder para inhabilitar la maquinaria blaugrana desde el principio y torpedear su juego de toque que tanto daño hace a los rivales -creando espacios como nadie-, no dejándoles pensar. Lo contrario, una propuesta ultradefensiva y a esperarlos atrás, es retrasar la muerte, nadar para morir en la orilla -la estrategia de Mou sale una de cada 100 veces-, especular es un riesgo demasiado elevado y que no corresponde con la cita -tenemos más que ganar que perder-, además que sería un claro síntoma de inferioridad.

En unos días de parón liguero y compromisos de selecciones, ha habido tiempo de analizar el duelo y deliberar la táctica que cada uno, con sus argumentos, considera la más acertada. Yo soy partidario del 4-3-3 para esta ocasión, con un trivote guerrero en mediocampo con el objetivo de robar la posesión de la pelota, de comer terreno en la medular y estorbar en la creación de su juego, en ataque una línea de 3 delanteros, dos con movilidad constante y un '9' de referencia -ya sea para rematar las ocasiones que fragüen o en las jugadas a balón parado-. Mi once sería el siguiente:






Aunque pongo a Topal -para mí el indiscutible stopper del equipo- Unai alineará a Albelda, ya que el turco viene de una lesión, a 'Talento' Éver Banega lo mismo, lleva mucho tiempo out y no sé si será lo más conveniente ponerlo de la partida, además que Fernandes está en un gran momento de forma y hay que aprovechar su despliegue físico y recorrido, mientras que Tino Costa asegura fiabilidad en faltas y disparos a corta/media distancia. Pese al buen momento de Aduriz, pondría a Soldado, que ha estado entrenando todos estos días, como punta nato, acompañado de Mata y el Chori, a los cuales liberaría de tareas defensivas para poder apretar lo más arriba posible y evitar que nos encierren en 50 metros. Se presenta una buena coyuntura para que el argentino demuestre aquellas cualidades por las que el VCF insistió en ficharle, si finalmente el técnico vasco le cede el testigo del protagonismo, y que muchos aguardamos expectantes -de momento sólo ha dejado contados detalles-. Un último apunte, espero que Mathieu, que le tocará bailar con la más fea, sea consciente del peligro del mejor jugador del mundo y mida sus correntillas por la banda.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Optimización de recursos








Victoria en El Molinón y liderato en solitario. Lo más destacable del 0-2 en Gijón fue la manera de hacerlo, con un control pasmoso de la situación y de los tiempos del partido.

Ya no es casualidad el estar en posiciones privilegiadas y que los todopoderosos Barça y Madrid nos vean por el retrovisor, hay un cambio de identidad en el equipo y de aprovechamiento de los recursos, sin olvidar que la suerte va de cara en este inicio de temporada.

Haya dado o no Unai en la tecla, la realidad le está dando la razón, está huyendo del uso limitado de 13-14 jugadores y, hasta el momento, el plantel está cumpliendo con creces. Las rotaciones siguen un orden más coherente y racional, existe competencia real en todos los puestos, se entrevé un ambiente positivo y respirable en el vestuario y hay comunión afición-equipo. Son asignaturas pendientes de pasadas temporadas que parecen -aún queda un largo trecho por delante- estar rectificándose y puliéndose, peticiones que reclamamos al final de la campaña 2009/10 una vez que el técnico vasco fue renovado. Jugadores como Maduro se han encontrado a sí mismos, ofrecen un rendimiento nunca visto -yo particularmente siempre he manifestado que de central no vale-, han superado sus miedos y circunstancias adversas y se sienten uno más, con ganas de hacerse un hueco y tener protagonismo, algo impensable sólo hace unos meses.

Con todo ello, hay que seguir siendo humildes y tener los pies en el suelo, los cimientos parecen haberse colocado con acierto, solidez y congruencia, y eso ya es medio camino para lograr los objetivos marcados. Sacar el máximo provecho posible de los bienes a tu alcance es el culmen del trabajo de todo entrenador, a su vez la exigencia de cualquier afición y la meta de la directiva que lo contrata. El Valencia está en la dirección correcta...

lunes, 20 de septiembre de 2010

Valencia versión 2.11, ¿Algo está cambiando?



4 partidos oficiales, 4 victorias. Sorprendente y llamativo comienzo de temporada de este renovado Valencia, que ni el más confiado aficionado ché podía fantasear.

Importante triunfo el que supo arrancar el equipo ayer tarde en el Rico Pérez, 3 puntos que deben ser valorados como merece, una vez vistas las circunstancias adversas con las que se toparon los de Emery (un desafortunado hombrecillo vestido de negro, un ambiente hostil en las gradas y un Hércules muy batallador).

Cambio de mentalidad, así defino yo el cambio que se está desarrollando en el seno del equipo para brillar y sacar estos primeros resultados positivos, aderezada por esa pizca de suerte necesaria y combinada con una mayor concentración y afán por ganarse un sitio, la dichosa y manida competencia, ingrediente primordial para llegar a ser un equipo competitivo a todos los niveles y en todas las competiciones. Ahora sí se puede decir abiertamente -con argumentos- que tenemos 2 jugadores por puesto, nadie tiene la titularidad asegurada por decreto -el "protegido" empieza a preocuparse y 'SD' ya está maquinando porque se le agotan las excusas-, se palpa cierta comunión entre ellos y el banquillo desprende calidad y compromiso -aunque maticemos que esto es el principio, toca esperar cuando los resultados no acompañen y ciertos intocables empiecen a perder el sitio con asiduidad-. Por eso, en estas conjeturas de un lunes resacoso de fútbol, a uno se le presenta la duda si esta vorágine de ilusión, optimismo y alegría será cosa de dos días o realmente se puede vivir algo grande esta campaña, cuyo exordio estival auguraba y nos preparaba para algo bien distinto, las quinielas apuntaban en otra dirección. Para obviar comeduras de tarro innecesarias -que ya habrá tiempo-, lo aconsejable es echar mano del archiconocido 'Carpe diem' y disfrutar de la buena racha del Valencia.

Para mí ser líder de la Liga, en este momento, no deja de ser anecdótico, pero prefiero que esas "anécdotas" vayan sumando cartuchos para futuras pájaras, que las habrá. Sea como fuere, la imagen que transmite el Valencia, a día de hoy, es muy seria, incluso se le está etiquetando -para mí, una error- como alternativa al título a Barça y Madrid. Ayer Unai se equivocó, a mi juicio, en los cambios, retornó la versión 'B', la menos plausible, del de Hondarribia cuando menos lo requeríamos, pero el resultado maquilla y anula esa crítica puntual, situación comparable a las malas caras de Soldado y Mata cuando fueron sustituidos, de lo que poco se ha hablado.

Que esté en pleno proceso de cambio o no, que sea pasajero, que estemos confundidos, que nos contradigamos después, todo ello se resolverá con el tiempo, hasta entonces...
¡AMUNT VALENCIA!


jueves, 16 de septiembre de 2010

El tino de Costa




Debut esperanzador del Valencia en su regreso a la máxima competición a nivel de club, con una aplastante victoria en Bursa y dejando una buena imagen en Europa. Es sólo el principio, pero la sensación de sobrevivir a la fuga de estrellas y la mutación a bloque está siendo muy positiva. 

Durante la previa se magnificó la cautela en torno al enfrentamiento en las siempre hostiles tierras turcas ante un rival desconocido por todos, pero actual campeón de la liga otomana. Fuimos -yo el primero- frenando la euforia generada por el excelente comienzo liguero (6 puntos de 6) a medida que se acercaba el ansiado pitido inicial, intentando contener el equilibrio de este renovado Valencia y con los pies en el suelo, creando una atmósfera de seguridad para evitar, en caso de derrota, un palo mayor. 

Unai plantó un once ofensivo, con un doble pivote formado por un stopper puro (Topal) y un centrocampista de llegada y marcada vocación ofensiva (Tino Costa) -en ocasiones pasadas, a domicilio y en esta competición, olía más a un austero y plano Albelda-Topal-. Sorprendió, por encima de todo, la no titularidad de Mata, aunque a posteriori las rotaciones del de Hondarribia le dieron la razón, siendo bastante más coherentes y siguiendo la línea de juego del equipo -algo que muchos reclamamos este verano-.

Se estaba poniendo -muy levemente- en entredicho al argentino de Las Flores, ya que desde su llegada (recordemos la insistencia en su fichaje, convirtiéndose en el 2º más caro este verano) se le había visto falto de forma y ritmo, descentrado y sin encontrar su sitio (aprovecho la coyuntura para aclarar que su demarcación natural y estilo es diferente a Banega, uno es llegador y el otro organizador). Con esa espinita de fondo, completó el debut oficial soñado por todo futbolista y fue el mejor del partido, claramente. Sacó a relucir aquellas virtudes por las que destacó durante su periplo en el país vecino, una zurda dotada de potencia y calidad por igual, cuya sinergia hace del disparo su principal arma, cualidad esta que se echaba en falta por Paterna, un perfil que aumenta las posibilidades de nuestro mediocampo y suma muchos enteros a la faceta ofensiva del equipo, tanto a balón parado como en jugadas de estrategia. A ello hay que añadir el espíritu de sacrificio en labores defensivas y apoyo a su pareja de baile en el doble pivote, y como ya cité anteriormente, más en un jugador acostumbrado a arrancar unos metros más arriba. 

Otro punto a destacar es la importancia de ver en el banquillo a jugadores como Mata y Soldado, recambios de primer nivel, que hacen fuerte y competitiva a una plantilla más compensada que la anterior. Hay mimbres para consolidar este nuevo proyecto si se dan las circunstancias, a Emery no le dan ataques de entrenador y la suerte está de cara. Es muy pronto aún, pero al menos ilusiona al aficionado ché.