lunes, 22 de septiembre de 2014

Cãso Pereira



Corría la segunda semana de un caluroso julio cuando Nuno echó mano de su móvil y decidió llamar, expedito, al defensa mundialista para pedirle que hiciera el esfuerzo -que lo es- de acortar sus merecidas vacaciones y regresar a Valencia antes de tiempo para enfrascarse de lleno en el nuevo proyecto, transmitiéndole su total confianza e importancia en la plantilla. Dicho y hecho, el 12saltaba al césped de Paterna en la mañana del día 21 a ejercitarse en solitario, como muestra de total compromiso con el equipo y con el míster que lo había requerido.

Ni 24 horas de su llegada, convocado para disputar los cinco amistosos correspondientes a la gira por Sudamérica e Inglaterra. En el primer enfrentamiento en suelo peruano, contra Alianza de Lima, directo al once, siendo sustituido por Barragán al descanso. En el siguiente, contra Universidad Católica, jugó toda la segunda mitad tras cambio por Alcácer. En Londres, pese a no haber límite de cambios (Nuno hizo hasta 7 contra el Benfica) no rascó bola. Y punto final, ese fue el momento en el que le perdimos la pista a João, fulminado del mapa, el punto de inflexión en su devenir en el Valencia.

El aficionado, con estupor, empezaba a preguntarse qué podía suceder para que el mejor lateral derecho del plantel no hubiese jugado, estando disponible, un solo minuto en la Emirates Cup ni en Old Trafford. A los cinco días, su nueva situación -puro ostracismo deportivo- quedaba ratificada en el Trofeo Naranja contra el AC Milan. Ni rastro. Anteriormente ya había saltado el rumor sobre la intención de Mendes de sacarlode la entidad del Turia. A los 3 días exactos se anunciaba la incorporación de su homónimo Cancelo, para más inri. Y llegó el inicio de liga, donde vuelve a calcarse mismo patrón en las dos primeras jornadas, coincidiendo con la noticia de su posible salida rumbo a Turquía o Portugal.

Todo cuadraba, por fin teníamos respuesta a tan inverosímil panorama, el motivo no era otro que reservarlo para no poner en riesgo su traspaso. Su sorprendente venta. A los pocos días se cerraba el mercado de pases estival y el luso continuaba alistado en el pelotón del Sargento Espírito Santo, disolviéndose como un azucarillo esa explicación tan convincente con la que matar nuestra sed. Volvíamos a quedar desnudos.

En el tercer partido oficial, y pese al discurso taxativo del entrenador en sala de prensa, es el único jugador de la plantilla en quedar fuera (en una convocatoria de 20, donde Negredo estaba lesionado, De Paul sancionado y Jaume con el filial). Una semana después, se repite la historia y tampoco viaja a Madrid. El mensaje es claro y directo. Nueva vuelta de tuerca al cãso Pereira, dejando en fuera de juego todas las hipótesis habidas y por haber.

El jugador no sufre ningún tipo de lesión física, Nuno aclara que trabaja bien y cuenta con él, y aun considerando a Cancelo no preparado en aspecto defensivo -ni siquiera ha debutado, siendo descarte incluso-, no le da chance ni como reserva de su titularísimo Barragán. Seré duro de mollera o algo obtuso, pero yo a esta ruleta rusa no le encuentre la muesca del sentido común. Nadie exige que se le convoque por decreto, solamente que alguien arroje algo de luz a este paralaje de la confusión.

2 comentarios:

hoeman dijo...

Quizá tenga algo que ver su actitud "camorrista", a lo Valera o Lafita hoy, y el rendimiento de Barragán.

Mario Selma dijo...

@hoeman
El rendimiento de Barragán, de menos a más en este inicio, y que poco y por pocos se destaca, no está lastrando al equipo. De ahí a "prescindir" (ni convocado) de una pieza que, según él mismo, tiene un peso importante en este equipo es porque se nos escapa/no se nos cuenta algo. O al menos esa impresión me da repasando todas las vicisitudes de la historia.