martes, 7 de octubre de 2014

#LodeHoy San Diego


Solidez defensiva, la peana donde se sustenta lo que puede erigirse en el idolatrado bloque automatizado, está siendo la tónica del nuevo Valencia fantáshtico. Es la gran protagonista, la Atenea que apellida al molesto rival que se ha colado por el filo de la sorpresa.

En las loas, que capitanea un exponencial Otamendi, pasa de soslayo la contribución de un pletórico Diego Alves, la última parada que da sentido al entramado tentacular. Su pasada temporada, premiada con la acertada apuesta y renovación de la dirección deportiva, ha terminado por incardinar al brasilero en el Valencia. Es el portero, nuestro portero. Sin ambages.

La figura del 1no debe ser la consecuencia, sino la causa. Si un delantero diferencial gana partidos, el arquero capacitado y con confianza los salva. Y este lo está cumpliendo a rajatabla. Merece reconocimiento, para no mermar su porción de protagonismo en un conjunto de homogéneo reparto de roles. San Diego, a ti me encomiendo.

lunes, 6 de octubre de 2014

#LodeHoy Matrimoniados


El primer breve de la semana no podía estar sino orientado a la comunión afición-equipo, el motor para hacer de Mestalla feudo inexpugnable. Reminiscencia floreciente.

Los momentos previos que se vivieron en los aledaños del templo alcanzaron tasas cenitales de identificación y orgullo a unos colores, protagonizados por auténticos practicantes de la religión valencianista (aunque cuatro incívicos, los de siempre y que se filtran en toda afición, dieran la nota y mancillaran un recibimiento grandioso). Ese renacimiento es fruto del trabajo de una directiva volcada con el aficionado de a pie, por la etapa de mediocridad sufrida y consiguiente necesidad de querer creer y, cómo no, por la buena marcha del equipo, guarismos y sensaciones a pachas. Atmósfera respirable para recuperar sentimientos olvidados, conexionar filamentos sensoriales y grapar fisuras de un pasado que está empezando a difuminar el borrador nunista.

Y así, tras la etapa de cortejo de la temporada pasada, han vuelto a enamorarse el patrimonio de la entidad con los protagonistas de corto, fundiéndose en la ceremonia del respeto y la complicidad. La hinchada del Valencia, de las más exigentes a la par que agradecidas del panorama actual, es recompensada con el presente más primario; el compromiso por defender la zamarra blanquinegra. Ensartadas las alianzas, lo que lo deportivo ha unido, no lo separe lo social.

viernes, 3 de octubre de 2014

#LodeHoy Los colores de las renovaciones


Partiendo de la base que si un jugador tiene decidido salir, la regla es que acaba yéndose, cuando un club acomete la extensión contractual de un jugador de su plantilla se asegura una posición de fuerza ante una hipotética oferta, a la par que asume compromisos de partidas futuras, al engrosar el ahora tan vigilado equilibrio presupuestario de la entidad.

Si a Parejo -una de las fichas más bajas- se le dobla la nómina para situarlo, merecidamente, en el primer escalón salarial (Negredo al margen, cobra como top), alargando su contrato hasta 2020 -por poner una fecha-, baja su regularidad notablemente coincidiendo con la inclusión de Filipe Augusto -hombre de Nuno- en el once y la incontestable titularidad de un André Gomes influyente y que marca diferencias, nos topamos con la casi incontrolable situación de jugador mejor pagado de lo que ofrece su rendimiento. Y así con todos. No es nuevo, ha pasado siempre, pero es otra de las aristas subyacentes en estos escenarios que, desde la barrera, nos parecen tan triviales.

Por último, las agencias de representación, esos terribles enemigos únicamente cuando nos toca la de arena. Cuando a dos puntales como Gayà y Alcácer les toque negociar su renovación, sus estigmatizados representantes se las verán con un morlaco con el que tienen cuentas pendientes desde verano de 2013. Caso de producirse embarazosas fricciones, cuando se filtren -ni lo duden- se vapuleará principalmente a quien cumple escrupulosamente con su quehacer profesional (sin descartar posibles peajes desproporcionados), mientras el jugador, cobijado por el cariño de la afición, pero quien regulará la tuerca de los tiras y aflojas que acontezcan en la Plaza del Valencia CF, 2, suele salir airoso de la contienda. Muchos colores en la paleta para un cuadro que se expone tan gris.

jueves, 2 de octubre de 2014

#LodeHoy Cesión con opción de venta obligatoria


Tras la tormenta (me enojo y me piro), llega la calma (me siento a negociar de nuevo). 13 días de receso en los que los negociadores han dejado que el cultivo prospere, es decir, que sus aparatos propagandísticos no cejen en el sandio cuerpo a cuerpo de echarse la culpa los unos a los otros. Cansinos, ambos.

Caldeado el ambiente, concentración anti Bankia mediante, los simbiontes destinados a entenderse vuelven a sentarse en la mesa 5 para el torneo final: Yo, Meriton, puedo comprometerme y me comprometo a ceder en estos dos puntos de divergencia (los cuales, por cierto y al parecer, sí estaban acordados y firmados en la term-sheet de marras. Una tontería, pero en fin, parafraseando a Aurelio) y tú, Bankia, puedes comprometerte y debes comprometerte a ceder en los otros dos leoninos puntos injeridos y cumplir lo acordado el pasado 6 de junio, aceptando la reestructuración de la deuda en tales condiciones. Ergo, consumar la venta del Valencia CF de una puñetera vez.

Del baile de noticias publicadas en los medios, cada uno desde su línea editorial, sobre la nueva visita a la capital de los hombres de negro de Lim, se extrae que vienen decididamente a llevarse el género, esta vez sí, ofertando una propuesta de cesión con opción de venta obligatoria, irrechazable para la entidad bancaria. Se agotaron ya las excusas infantiloides y las estratagemas de bajos fondos, aquel anuncio bañado de aleluyas debe formalizarse con la responsabilidad hacia un tercero al que poco se ha tenido en cuenta en estos diez penosos meses. No hagan del epílogo un prólogo aún más ufano.

miércoles, 1 de octubre de 2014

#LodeHoy Salida de balón


En estos primeros partidos, y en especial contra el Córdoba en Mestalla, se pudieron detectar algunos automatismos tácticos que caracterizan ciertos pulsos de la filosofía de Nuno. El luso acude al cada vez más usado recurso de la salida lavolpiana para iniciar desde zona defensiva con línea de tres, creando esa superioridad numérica para intentar salvar la presión del contrario y que Javi Fuego, engastado con los centrales, que se abren y dan paso a la subida de escalón de los laterales para el ataque posicional, sea el encargado de comandar la salida de balón.

Entrando en materia de jugadores, ninguno de los tres centrales en plantilla (Orban de momento apunta solo a lateral) es un virtuoso del balón, percibiéndose que ante situaciones de riesgo (presión directa, pases comprometidos) no resuelven con soltura. Ese déficit se contrarresta, parcialmente -una cosa es salida de cero con metros y otra con rival encimando en intervalo de juego-, habilitando un mullido colchón para que al mediocentro retrasado, y escoltado, le dé tiempo a pensar y elegir la opción más idónea. Si se hace, batiendo primera línea enemiga, el equipo queda ensanchado con cuatro efectivos en mediocampo dispuestos para armar la jugada ofensiva. Es solo un recurso, un buen recurso, que suele dar fruto si es ejecutado con suficiencia.