El buen arranque liguero, unido a los resultados
del resto, va a poner esta noche sobre el tapete la posibilidad de acabar la jornada como
líder de la liga. Sí, los primeros. Suena bonito, pone mucho, más después de
tanto tiempo de penuria acumulada en el riñón. Hace tilín mirar para abajo y no
para arriba, nadie le hace ascos a ese dulce bocado.
Pero
hablar de liderato en septiembre es planificar vacaciones en enero. No
deja de ser anecdótico. El gustarse jugando, hacer piña y agradar a la
militancia es la línea a seguir, la línea que les está marcando Nuno. Si además
se acompaña de unos resultados que empiezan a marcar distancia, faena completa.
Doble malta.
¿Nos
dejamos llevar por la euforia o echamos el freno de mano para curarnos en
salud? Cada uno que opte por cabeza o corazón, sin necesidad de aleccionar al
hermano che sobre su postura y, menos aún, cercenar o administrar su riego de
ilusión. Yo, por mi naturaleza, no me salgo del tiesto. Paso a paso, con la
humildad del que sabe de dónde viene.
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